lunes, 30 de julio de 2012

¿Por qué empecé a dibujar mandalas?

He pasado muchos años estudiando diferentes filosofías y terapias para tratar de conocerme y entender mi forma de actuar o el motivo por el que determinadas situaciones dolorosas se me repetían continuamente a lo largo de mi vida, la sensación de no avanzar.

Después de un periodo de estrés importante en que me sentía furiosa, triste y malhumorada sin un motivo aparente – tenía la impresión de hacer las cosas por obligación y no por amor –, empecé a dibujar el mandala de los cinco elementos. Dibujé con  una pasión increíble, imprimiendo en cada línea y cada color todas las emociones contenidas y, al terminarlo, mis nervios estaban en calma y tenía una sensación de libertad.
Tras analizar mis emociones negativas convertidas en tranquilidad y amor, empecé a pensar en lo terapéutico que había sido para mi sique y continué haciendo mandalas y,  poco a poco, me vi inmersa en un proceso de recuperación metal. En el primer dibujo,  todo era emoción y espontaneidad, la liberación del inconsciente y el peso de mis ideas y sentimientos, mientras que en los siguientes  fui tomando el control y diseñando la composición del dibujo.

No es una fórmula universal, simplemente una actividad que ayuda a aquietar la mente y cuando la mente está en calma, podemos pensar. Otras personas consiguen lo mismo tejiendo o construyendo maquetas. Pero a mí me sirve.

En el siguiente ‘post’ os enseñaré el primer paso para dibujar y colorear vuestro primer mandala para el alma.

        Mandala de los cinco elementos

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